Esta afirmación sirve para cualquier persona, pero sobre todo, puede ayudar a muchas mujeres que no han terminado de conectar con sus genitales. La vuelva y la vagina han estado muchos años escondidas, catalogadas como una parte sucia, oculta y oscura de nuestro cuerpo. Y, cuando nos conocemos algo, es difícil que sepamos cómo funciona.
Por ello, el uso de juguetes y productos cosméticos eróticos pueden favorecer ese autoconocimiento, esa reconciliación con todos nuestros rincones, y esa exploración amable que nos permita conectar con nuestro placer. (Esto es también aplicable al ano, otro «agujero negro» dentro de la estimulación, sobre todo de la masculina, gracias a un sinfín de tabúes y falsos mitos).